martes, 23 de junio de 2009

Ombligo de todos los mundos...

Pero si hay algo que en la vida me molesta, me mal predispone, me fastidia y me da muchísima bronca es aquella persona que siempre está un paso más allá que vos. No, tal vez no sería la forma exacta de decirlo...es ese ingrato ser inmensamente egocéntrico y desagradable, que no mira más allá de su ombligo. Sí, ahí vamos mejor.
Es esa gentuza que siempre quiere, intenta y logra, sobrepasarte en cada acontecimiento de tu vida.
Si fuiste al bingo e hiciste una línea, el/ella ganó el bingo. Si te pusiste de novia, se casa. Si te casás tiene un hijo. Si conseguiste laburo él/ella fue nombrado director de su empresa, o se compó una multinacional, andá a saber. Mucho lo inventa, claro, algo lo vive realmente, y otro tanto lo fantasea.
Pero no , no sucede solo en lo bueno. Este ser TIENE que tener el protagonismo total de la historia, y qué mejor manera de lograrlo que ésta, claro. Si te resfriás, tiene gripe, porcina, seguro. Si te cortaste, se quebró, fractura expuesta, con ambulancia, paramédicos y todo. Si tenés tos, tiene catarro. Si estás triste, él seguro anda en medio de una depresión (que hasta el momento desconocías) y se quiere suicidar.

Vale aclarar (algo que seguramente ya notaron) que estos especímenes, se enteran de todas nuestras cosas de manera directa: dicho por nosotros. Quiero decir, no es que nos llamaron, o nos preguntan cómo estamos, o se preocupan si desaparecemos unos días, o incluso un tiempo.
Siempre los pseudoreclamos vendrán porque nos perdimos algo de su vida, no estuvimos en un gran acontecimiento.
Sus mensajes serían por ejemplo: "Te perdiste el ramo de rosas que me trajo x. para mi cumpleaños. Fue hermoso" Nunca existe en su vocabulario "Por qué no viniste? estás bien? te pasa algo?". No. Siempre partiremos desde sus historias, hacia sus historias. De manera invariable.
Si por casualidad, se entera de algo tuyo, es que lo dejaste deslizar dentro de una conversación, donde él/ella hablaba de sus cosas, por supuesto...



Creo de verdad, que es este tipo de gente la que más me molesta. Y además, considero que no deberían llamarse amiga/o de nadie...no conocen el concepto de amistad.


He dicho.

miércoles, 17 de junio de 2009

Uf!

De verdad, cada día me doy cuenta que es menos (mucho menos de la que yo creía) la gente que entiendo, comprendo y/o banco... (De todas formas, leyéndome un poco, puedo imaginar que ya se habían dado cuenta.)
Y no, no me cae bien la gente. En general. (Y en particular tampoco, menos.)

Pero es que la gente se la busca, digo yo. A veces parece que se esforzaran por llevar su boludez a límites insospechables, esos momentos en que de verdad uno está personando que ya nada más imbécil puede suceder, y estos especímenes, surgen, desde las tinieblas (?), para, una vez más sorprendernos con su idiotez, que se supera, día a día...segundo a segundo.

Podría enumerar infinitos ejemplos, pero hoy vamos por este lado...

¿Qué onda con la/ el compañera/o de la facultad básicamente goma? Sí, goma, es aquella adorable criatura que pregunta una y otra vez las mismas cosas, que no entiende cuando el profesor da un tema por terminado, que hace chistes malos, y fuertes, que se queja, de todo, que chequea sus apuntes, frenando una y otra vez la clase, para completar lo que no llegó a escribir, que pregunta, a docentes, a compañeros, qué pasó en la clase que faltó, cómo vas con las lecturas. Es aquel despreciable ser que ni bien te entregan el parcial, no solo quiere saber cómo te fue, sino cuál es tu nota, y por sobre todas las cosas, es aquel malevo personaje que decide, exactamente en el momento que el profesor está redondeando la clase, plantear la pregunta más profunda de su vida, y retrasar la salida, por lo menos, quince o veinte minutos...


Sí, qué onda con ellos?? No se dan cuenta que son insoportables?? Tan poca perspectiva de vida poseen como para no notar su desagradable proceder??






Los detesto...básicamente.

viernes, 12 de junio de 2009

¿Podés salir de acá? Gracias ¬¬

Si hay algo que ODIO hacer es ir a comprar ropa. No, no confundamos. Me encanta tener mucha y variada ropa, pero odio el proceso de ir y adquirirla ( Por consiguiente, deberán deducir que, debido a mi personal fastidio no logro conseguir dicha variada y numerosa vestimenta)

Podría hacer una extensa lista sobre la cantidad de situaciones puntuales que me molestan pero vamos a abreviarlo en este simple interrogante que todavía no logro responderme (quizás ustedes puedan ayudarme).

¿Qué onda con la vendedora que te ABRE EL PROBADOR, cuando todavía no terminaste de cambiarte, dejándote en culo luchando con un jean, frente al espejo?



¿Qué, es tontita? ¿No sabe que cuando termine de cambiarme voy a salir, y que de hecho si no salgo es porque me veo tan horrible que quiero volver a sacarme la prenda antes que se fije en mi retina? ¿No se da cuenta que con esa impaciencia no solo no logra vender, sino además se gana la antipatía de cualquier cliente?


Me indignan. Ni da que me dejes en culo en plena pelea, cuerpo a cuerpo, con un desagradable jean, al cantito de: "yyyycomotequedooo???"




Las odio. Más que a los bondis, mirá lo que te digo.
(Bueno no tanto, tampoco podría ponerme a medir odios...sería demasiado conflictivo para mí)

sábado, 6 de junio de 2009

¿Dale que te corrías?

A veces creo que la vida de este blog es directamente proporcional a mi ausencia de transporte propio, y por consiguiente, mis eternos viajes en horrendos transportes públicos.


...y justo después, cuando estoy entrando en un irremediable pozo depresivo, pensando en lo que sería mi vida sin este hermoso espacio de catarsis, súbitamente recuerdo algo, y me doy cuenta que eternamente me van a indignar cosas de este mundo...

y hoy me pregunto:

¿Qué onda con la gente que te camina lento adelante?
Qué pasa con el paso lento de aquellos que se predisponen a hacerte llegar tarde deliberadamente a cada lugar que te dirijas.
El que se frena a mandar un mensaje de texto, así, de golpe, y te lo llevás puesto, porque claro, venías siguiendo un ritmo.
El que hace lo mismo pero para prenderse un pucho.
La mina que se frena de golpe porque encontró un Ofertón en alguna vidriera de turno.
Los que van charlando, por corriententes y junin como si estuvieran por la Rambla de Mar del Plata.
La clásica vieja que ante todo se frena, para pedir una dirección, para sacar algo de su cartera y/o monedero, o simplemente para frenarse, porque sí, porque está bueno (?)
La señora que viene caminando de la mano de un niño de 1 año y medio (que por supuesto, por su corta edad no camina, sino que se tambalea), en hora pico, conversando con su hijo en cuestión...
Los grupetes de gente que no se reunen en un bar, ni hacen un asado para ponerse al día...no, par qué? si es mucho más divertido ubicarte en círculo a fumar entre el amplio espacio que queda entre la boca del subte, y lo que queda de vereda...


Los ejemplos son eternos, pero lo importante es la certeza, de que sobre ruedas, o sobre pies, siempre que deba transportarme de un lugar a otro, me voy a seguir indignando...

Sí, que feliz soy (?)

martes, 2 de junio de 2009

Daaaale Flaco!!!

Yo les pido perdón, encarecidamente, se que eventualmente, en algún momento voy a dejar de descargar mi ira mediante este blog, pero sin embargo, todavía no puedo lograrlo...
Me pasa que ando por la vida, me indigno, me enojo, no puedo creer que ciertas cosas sucedan como si nada estuviera pasando, que la gente mire impávida y se someta a tales boludeces.
Después me doy cuenta que yo también hago lo mismo, que no digo nada, simplemente mi ira interna brota a borbotones, pero la realidad es que nunca me doy el gusto de putear a alguien por las barbaridades que realiza. (Igual creo que esto último es sano para el mundo, ya que si arranco a descargar mi ira, nada puede terminar bien...lo se.)

El tema de hoy es el siguiente:

¿Qué onda con el colectivero que va adelantado y te hace llegar 20 minutos más tarde a tu laburo porque no le interesa ir a más de 20 km?

Me sacan, lo juro. Es todo el contexto el que me genera odio. La situación, el tipo manejando con una expresión comosinádica (?). Vista al frente, cero conflicto, pero cero.
Se toma su tiempo: arrima al cordón de la verda como no lo hizo jamás por una persona discapacitada, abre la puerta con tranquilidad, espera un considerable tiempo para cerrarla, se fija si el último terminó de bajar (cosas que en situaciones normales para él, no aplican como parte de su trabajo...nadie dice que no debería ser así, pero para él, no.). Continúa la recorrida, mandando mensajes de texto, charlando con alguna pasajera amigable en cuestión, los más osados incluso estacionan y bajan a comprar algo al quiosco...

Pero debo decir que, de todo, lo que más me saca es LA VELOCIDAD.

¿Flaco, te diste cuenta que si voy corriendo al lado llego más temprano?, ¿notaste que es la tercera vez que nos agarra el semáforo en el transcurso de una cuadra? ¿cuando mirás de reojo, no ves a todo el mundo con (más) cara de orto chequeando el reloj?...¿ te gustaría que te lleven así a tu laburo? ¿ehhh?

Los odio, de verdad. No merecen tener el derecho de disponer que todo un bondi cargado de gente tenga una llegada tarde, ni hablar de esos que hacen exactamente lo mismo, un Lunes de invierno a las 10 y 20 de la noche cuando recién lograste que tu profesora cierre un segundo la boca y te largue. ¿Qué queremos todos? llegar a casa. ¿A él le importa?...no solo no le interesa sino que le resbala completamente.


No hay derecho. De verdad.


De todas formas nos lo merecemos por boludos, nadie dice nada, nunca jamás. Y sí, sabemos que el colectivero va a respondernos desinteresadamente, pero, sacarse la bronca de una buena vez, debería ser un premio suficiente. Supongo.