martes, 28 de julio de 2009

Te Odio

Yo te digo, a vos, Personal de mierda (sí, arrancamos así, de una y sin ningún tipo de reparo) voy a ir con un bidón de kerosene, una cajita de fósforos...y te voy a quemar de una buena vez todas tus putas sucursales...

Me entendiste bien???

Te lo merecés, por ser la peor empresa, con la atención más patética, y unas reglas pedorrísimas e inexplicables.


Ahora, alguien puede explicarme cómo es que yo no puedo cambiar el aparato hasta que no se cumpla un año de poseerlo (teniendo en cuenta que la linea es la misma desde hace más de tres años). A quién carajo le cambia la existencia si yo quiero cambiar de celular una vez cada quince días?? si total lo pago?? No entiendo tu filosofía, empresita de mierda.

Y seguimos esperando al 1 de Agosto, que se cumple un puto año de tener este celular asqueroso.





Vas a morir Personal....yo se lo que te digo. Y nadie te va a recordar, vas a quedar en el mismo olvido de unifón...y te va a joder la ausencia de fama (?)

martes, 21 de julio de 2009

Mamita

Existe un ser que (hoy día) despierta profundamente mi indignación, y me genera ganas de pegarle unas cuantas bofetadas, sin parar, a ver si de una vez reacciona, mira a sus costados, comprueba la existencia de otras personas y deja un poco de ser tan monotemática.

Esa persona es la mamá primeriza.
Ya desde el embarazo le enferman a una la cabeza, con cada nuevo síntoma (por pequeñísima que sea) que van sintiendo. Todo deben exteriorizarlo y compartirlo, con un auditorio colmado e impaciente ( o sea, yo). Si tiene antojos, es un acontecimiento que no posee parámetros de comparación, las nauseas son tema obligado de cada llamada, los pies hinchados, cuántos milímetros creció la panza de un día hacia otro.

Por supuesto, todo este período se ve acompañado de la intriga del sexo!! ¿Qué será? cuánto tiempo falta para que podamos saberlo (y publicarlo, en el noticiero del 13, mínimo). Nombres, nombres y más nombres, ropa, decoración. Cochecitos (sí, te vas a fumar los 15 modelos que vio, descriptos por teléfono, uno por uno hasta llegar a la simple conclusión de que en realidad todavía falta ir a ver otros.) Una serie de consejos de tías de tías, de amigos de amigos, de alguna abuela perdida. Consejos que a vos (por supuesto) no te interesan porque no tenés hijos, pero que escuchás, atentamente, sonriendo y asintiendo como si de verdad el bebé fuera a tomarte un examen al momento de nacer. (sí, a vos).

Todo esto podríamos superarlo, e incluso acompañarlo poniendo un poco de onda, metiéndonos en el rol, rol de estar viviendo ese acontecimiento inigualable como si de verdad fuera un suceso personal. (y confieso que algunos días hasta puede llegar a disfrutarse).

Pero lo que sigue, de verdad es insostenible. Nadie posee tanta paciencia en el mundo, y claramente, yo menos. Nace el bebé, y el mundo se desvanece. No importa nada más (a vos sí, claro, que seguís laburando, estudiando, y a veces cuando tenés un rato tratás de vivir un poquito nomás) que escuchar el relato de la nueva mamá, minuto a mi nuto, de la vida de su pequeño retoño. Las conversaciones girarán en torno a él, si comió, si lloró, si hizo caca, cómo fue esa caca, si tiene gases, si no los tuvo, si crece el pelo, si hay que ir al pediatra, si duerme solito o todavía no lo pueden sacar de la cama porque les da pena y lo extrañan, lo lindo que es, la cantidad de viejas que la paran en la calle para apreciar atentamente tamaña belleza.

No importa nada más, lo que a vos te suceda, la amistad que pudiste tener ahí se ve esfumada, desvanecida, teñida de chupetes, risitas por teléfono, interrupciones para escuchar el ruidito que hace cuando duerme. No se te ocurra comer, porque sin ningún tipo de reparo va a contarte sobre los gases, los vómitos, o la caca, que hoy no está tan líquida como ayer pero todavía es un poco flojita. Acostumbrate a ver tetas, así de una, quizás de verdad no querías conocer las tetas de tu amiga, pero ahí están en el medio de tu living, alimentando al pequeño que succiona dezaforadamente. Mientras, vas a tener que conversar, como si nada sucediera.

Al parecer esto de ser madre viene como con un superpoder: el egocentrismo total y absoluto, y la impunidad para todo lo que se les ocurra.


Y de verdad, no me digan que cuando sea madre voy a entender, y que es una sensación única, un momento increible y bla bla bla, primero porque ya se todo eso, y sin embargo creo que uno nunca debe olvidar que es lindo guardarse cosas para uno mismo, que nunca fue tan necesario compartirlo TODO. Y que los que existían, seguimos existiendo!!

He dicho

¬¬

miércoles, 15 de julio de 2009

El Asco

Los bondis no son para mí.
Quien haya pasado por aquí alguna vez ya lo sabe. Yo misma aprendo día a día (porque no me queda otra) a vivir, o mejor dicho, a convivir con los ataques de furia que dentro de tan repugnante vehículo me acontecen.
Pero el otro día fue demasiado. Lo que sucedió, excedió los límites de tolerancia de cualquier persona que presenciara el hecho en cuestión. Por supuesto, no nos olvidemos que soy básicamente una indignación andante, pero con cierta cordura aún, no voy por ahí peleando con la gente...aunque cada vez me siento más al borde.

Es que la vida me provoca. Jodido.

Paso a relatar los hechos bochornosos que me tocó presenciar.
Me encontraba yo al mediodía viajando en bondi. Sentada "cómodamente" en un asiento de dos, del lado del pasillo. En el asiento de uno que quedaba al lado mío, viajaba un chico. Un joven, diría mi abuela (?), de esos muchachitos que se están iniciando en su primer trabajo, quizás como cadete...uno los distingue fácilmente: no saben vestir. Combinan zapatos de goma con el único pantalón de vestir, que era el uniforme del secundario, gris, o a lo sumo negro, con pelotitas, bien viejo y gastado, llevan camisa con buzo, y seguramente, no forma parte de su indumentaria ningún saco para la ocasión, alguna campera que nada tenga que ver. Las medias, claramente son de toalla y blancas. Muy clásicamente primerizo en el mundo de las oficinas.

Se encontraba entonces dicho hombrecito, leyendo un libro, atentamente. Cuando de repente se saca un moco. Sin ningún pudor ni cuidado, así sin más, lo extrae de su fosa nasal, e inmediatamente comienza a jugar con la textura de su mucosidad en cuestión. (vale aclarar el asco e indignación que en ese momento invadían mi ser, pero mi persona ni se imaginaba que la vida volvería a sorprenderme, a continuación.)
De pronto, el inmundo pendejo (sí. ya hubo un sutil cambio de apodo. quizás ni lo perciban) estira sus deditos sucios, y sin reparo comienza a esparcir todos sus horrendos mocos por el asiento de adelante, una y otra vez, hasta comprobar que sus dedos se encontraban vacíos nuevamente

Yo no lo podía creer. No estoy hablando de un nene mal educado, estoy hablando de un adulto, un asqueroso y repugnante adulto. Deseaba por todos los medios que la mujer de su vida, la que el amaba con locura, (y que por supuesto no le daba bola. pero lo dudaba) lo viera en ese instante, en ese instante donde ante mis ojos (y los del resto del colectivo que cruzaron la vista con su accionar) era el ser más desagradable de la tierra. Rápidamente empece a buscar miradas cómplices, de alguna manera tenía que descargar un poquito de mi indignación. Y allí me encontré con otros indignados, que de manera reprobadora lo miraban fijo, entre sorprendidos y asqueados, como yo. Hubo miradas cómplices, intercambio. Situación que, al menos a mí, me sirvió para poder pasar el resto del viaje sin pegarle un grito que lo dejara como el más boludo del planeta.

Por supuesto el asqueroso siguió con su proceso, incluso después que me bajé.


Ahora yo me pregunto. ¿Qué onda con esta gente que no le importa nada de nada, pero de nada NADA?? ¿Quién los crió?? ¿¿Cómo puede llegar a pensar que es apropiado lo que hace?? ¿o que nadie lo está mirando? ¿¿¿Ehhhh???


Realmente no entiendo.

domingo, 12 de julio de 2009

Lo vi de casualidad! Te juro!

...Pero si hay algo que me cae incluso peor que la gente que mira televisión berreta (lease Rial, Viviana Canosa, etc, etc, etc...ustedes saben qué califica como tal) es aquella otra gente que se ve todo este tipo de programilla del subdesarrollo y después no se hace cargo de tamaño bochorno...


Serán entonces, estas personas que mágicamente se ven "informadas" acerca del mundo de la farándula, porque "lo vi sin querer mientras hacía zapping..", "lo escuché en el laburo...", "lo dijeron por la radio...", "justo me lo comentó una amiga", "estaba en la peluquería y me leí todas las revistas!" (para Marta, cuánto esperaste?)


Si, che, porque todo bien, cada cual tiene su medidor interno de grasada, y sabe lo que puede tolerar y lo que le resulta imposible, pero, media pila....HAGANSE CARGO!!!!




He Dicho.

lunes, 6 de julio de 2009

Cafeciiiiiiiiiiiiiiiiiito??

Yo se ve que nunca fui muy moderna (algo que se cae de maduro desde que de hecho uso una palabra como moderna...pero bueno, es lo que hay).
Y resulta que ahora todo el mundo está re contento con la presencia de dicha super cadena Yanqui de cafés al paso, lleno de cositas indescriptibles y poco identificables.
Sí, como todos, yo también quise probar, y sentirme Carrie Bradshaw, y caminar libre y despreocupada con mi Café en la mano, mientras recorría las calles de Manhattan... pero de verdad, no me salió...es que viste, no soy tan moderna...

Lo primero que sucede al entrar a uno de estos Starbucks, es la cola interminable de gente, que te abofetea violentamente, y de una vez, te saca todo el glamour que vos hasta el momento de entrar creías que tenías... definitivamente no, no estás en Manhattan, no estás vistiendo unos super tacos con un vestido que no te comprarías ni para la mejor fiesta, básicamente sos vos, la misma boluda de siempre, con la misma ropa de siempre, haciendo una cola para tomar, aparentemente (y guiandome por la extensa cantidad de gente desesperada ) el mejor café de tu vida...

Y te quedás en la cola. Odiás tanta cercanía con la gente, por supuesto te indignan a una velocidad de 3 indignaciones por minuto, pero te quedás ahí, de verdad este café debe ser lo más y no tendrías nada de onda si no lo probaras...

Manteniendote firme en la cola porque, lo decidiste, VAS a tener onda, vas a caminar por las no calles de Manhattan (definitivamente) con tus zapatillas de siempre, y tu campera de turno, pero vas a tener onda igual. Empezás a chequear el listado de sabores, que, cual heladería, permanecen expuestos a la vista, sin una más mínima explicación... tenes mocha latte, café, vainilla, frios, calientes, con canela, sin, con pajita, con un vaso que tiene como una tapita redondeada, otro no, más sabores, más gente que (aparentenemente) no parece tan perdida como vos...recordás que tenés que tener onda, y además a esta altura ya estás intrigada por probar, ALGO de esa enorme variedad. (hasta el momento lo más loco que habías probado había sido un buen capuchino, quizás con algún alcohol decorativo, en algún lugar donde el mozo te explicaba las opciones, y era todo mucho más simple y feliz).

También notás de refilón, que las cosas expuestas para comer, no son las mismas que las personas se llevan, los tostados, por ejemplo, no se ven ahí, entre otras tantas opciones...pero no te preocupás, porque esta vez vos no vas a comer, vas a tener tu cafe, que según todos es tan cómodo tomar mientras caminás (algo que no te cierra del todo, teniendo en cuenta que no sabés tomar ni una gaseosa caminando por la calle en el peor día de calor, sos torpe, y terminás tirándola....temés, nuevamente por ese café)

Llega tu turno, no querés quedar mal, definitivamente tu timidez (que aparece en los momentos más insospechados) no te permite preguntar de qué se trata cada uno, porque además, no olvidemos la cola de personas descafeinadas e impacientes que esperan ansiosas detrás nuestro por su dosis de cafeina. Entonces, elegís...elegís realmente lo que sentís que no va a ser horrible: el café frío lo descartaste, porque no estás segura que te guste, también la canela, que pudiste descifrar por ahí, porque sabés, eso sí lo sabés, no te gusta.
Pedís algo así com oun café con escencia de vainilla... (porque vamos, ¿cuándo puede resultar feo un toque de vainilla?), elegís el tamaño (grande, por las dudas. Sin pensar que vas a tomar café, no una coca acompañada por papa y hamburguesas),pagás, aparentemente la marca, el logo en el vasito, y la escencia de vainilla, cotizan en dolares, por supuesto. Pero no importa, porque va a estar buenísimo caminar por la calle con el cafecito...

Y ahí, te preguntan tu nombre...y lo escriben en tu taza... (ahí, para mí chicos, ya perdió onda...yo nunca vi eso en ninguna película. Ojo, es probable que me equivoque, no soy tan detallista, pero me cortó un poco el mambo, debo decirlo...)

Espero. Un rato. (largo) y al rato, escucho que gritan mi nombre, y me acercan un vasito. Muy feliz lo agarro, y me voy. Me voy y me doy cuenta que el vasito quema, y que no me pusieron la cintita esa para que no me queme, la ruedita de cartón así que, de pronto, me doy cuenta que no voy a caminar, no voy a volver a buscar la cintita, así que me siento, a beber este mágico café... ya no voy a poder llevarlo caminando....





La verdad....ni tan mágico era el café.....pero debe ser eso, que yo no soy muy moderna....

miércoles, 1 de julio de 2009

Como en un tupper

chicos, insisto, yo se que es invierno, y naturalmente hace frio....







pero... ¿¿¿Es necesario que vayamos todos juntitos tosiendo y estornudando alternadamente, bien pegaditos casi adheridos y con todas las ventanas del bondi cerradas...???







(Qué parte de la situación de emergencia no se entendió?? Me indigna tanta pelotudez junta che!!)



Media pila. y a reflexionar (?)